The Cat In The Hat, en España traducida como El Gato, es la adaptación del cuento infantil del mismo nombre escrito por el archiconocido Dr.Seuss, también autor de otro clásico de la literatura infantil que también se llevó a la gran pantalla con Jim Carrey como protagonista, El Grinch.
Esta película se estrenó en 2003, y tenía como protagonistas a Mike Myers (Austin Powers) como el Gato de la Chistera, Dakota Fanning y Spencer Breslin como los hermanos Walden, una preciosa Kelly Preston como la madre de los niños, y Alec Baldwin como el malvado padrastro de los niños.
¿Por qué he decidido hablar de esta película? Es curioso, pero hace poco la volví a ver, hacía mucho que no la veía, desde que tenía 13 años más o menos, cuando me dije, madre mía, no me gusta, es demasiado infantil, no sé cómo me podía gustar con 9, 10 años. Pero la vi hace unos días con 23 años, y me encantó, me gustó casi tanto como cuando la veía de pequeño, y por entonces me gustaba pero reconocía que era bastante mala.
Al verla hace unos días me di cuenta de que, a pesar de su colorido, y de algunas de sus situaciones, está cargada de dobles sentidos, algunos los pillaba cuando era pequeño, pero otros no los llegué a entender en su momento. Me di cuenta de que es incluso más divertida de lo que me parecía cuando la veía de pequeño. Y lo cierto es que no me pareció tan mala, si bien es cierto que algunas situaciones son algo ridículas y está llena de sinsentidos, los sinsentidos son lo que en realidad más mola de esta película, que nada de lo que pasa en la película tiene sentido, además de que cuando acabas tienes la sensación de que en realidad no ha pasado gran cosa durante la cinta.
No sé cuántos dobles sentidos contendrá la película, no los he contado, pero sí es cierto que está repleta de chistes que los más pequeños no entienden y que para quien esto escribe, el verlos cuando ya eres adulto hace que aprecies más la película. Desde el chiste que hace el gato cuando ve una foto de la madre, en el cual despliega la foto y no se nos muestra, los chistes de demandas, cuando lo confunden con una piñata en el cumpleaños, hasta el chiste de los parques Universal. En fin, muchos de ellos sí que los pilla un niño, aunque sea parcialmente, pero otros no es capaz de pillarlos, por eso, verlo como alguien que dejó ya la niñez muy atrás y pillar los dobles sentidos en su totalidad y la irreverencia del gato, hace que veas la película con otros ojos. Es curioso que con 13 años me pareciera muy infantil, y ahora me guste tanto. No me gusta tanto como para verla muchas más veces, pero sí para verla muy de vez en cuando para echarme unas risas. Y no me extraña que el Gato se ponga así al ver una foto de la madre, porque Kelly Preston está espectacular en esta película, jamás la he visto tan preciosa como en esta película, espectacular. Ese pelo le queda fenomenal.
El chiste del hippie es sencillamente brutal, de pequeño lo repetía una y otra vez sin llegar a comprenderlo al cien por cien, pero visto ahora, he de decir que es brillante, y sólo por esta escena merece la pena ver la película. He de decir que, habiéndola visto desde pequeño doblada, al verla en versión original este chiste gana, es decir, es mejor aún, por eso recomiendo que se vea en versión original.
Creo que Alec Baldwin se adapta con mucha facilidad al tono de la película, a lo que nos quiere contar el relato. Ese tono amenazador a la par que patético, todo muy en el tono de la película. Me gusta bastante su actuación.
Luego están Cosa 1 y Cosa 2, que de pequeño me daban un mal rollo importante por su aspecto y su manera de hablar y gesticular, pero lo más curioso es que vista hace unos días, me di cuenta de que me siguen dando un poco de mal rollo, no sabría explicar muy bien por qué, pero es así.
Al verla hace unos días me di cuenta de que, a pesar de su colorido, y de algunas de sus situaciones, está cargada de dobles sentidos, algunos los pillaba cuando era pequeño, pero otros no los llegué a entender en su momento. Me di cuenta de que es incluso más divertida de lo que me parecía cuando la veía de pequeño. Y lo cierto es que no me pareció tan mala, si bien es cierto que algunas situaciones son algo ridículas y está llena de sinsentidos, los sinsentidos son lo que en realidad más mola de esta película, que nada de lo que pasa en la película tiene sentido, además de que cuando acabas tienes la sensación de que en realidad no ha pasado gran cosa durante la cinta.
No sé cuántos dobles sentidos contendrá la película, no los he contado, pero sí es cierto que está repleta de chistes que los más pequeños no entienden y que para quien esto escribe, el verlos cuando ya eres adulto hace que aprecies más la película. Desde el chiste que hace el gato cuando ve una foto de la madre, en el cual despliega la foto y no se nos muestra, los chistes de demandas, cuando lo confunden con una piñata en el cumpleaños, hasta el chiste de los parques Universal. En fin, muchos de ellos sí que los pilla un niño, aunque sea parcialmente, pero otros no es capaz de pillarlos, por eso, verlo como alguien que dejó ya la niñez muy atrás y pillar los dobles sentidos en su totalidad y la irreverencia del gato, hace que veas la película con otros ojos. Es curioso que con 13 años me pareciera muy infantil, y ahora me guste tanto. No me gusta tanto como para verla muchas más veces, pero sí para verla muy de vez en cuando para echarme unas risas. Y no me extraña que el Gato se ponga así al ver una foto de la madre, porque Kelly Preston está espectacular en esta película, jamás la he visto tan preciosa como en esta película, espectacular. Ese pelo le queda fenomenal.
El chiste del hippie es sencillamente brutal, de pequeño lo repetía una y otra vez sin llegar a comprenderlo al cien por cien, pero visto ahora, he de decir que es brillante, y sólo por esta escena merece la pena ver la película. He de decir que, habiéndola visto desde pequeño doblada, al verla en versión original este chiste gana, es decir, es mejor aún, por eso recomiendo que se vea en versión original.
Luego están Cosa 1 y Cosa 2, que de pequeño me daban un mal rollo importante por su aspecto y su manera de hablar y gesticular, pero lo más curioso es que vista hace unos días, me di cuenta de que me siguen dando un poco de mal rollo, no sabría explicar muy bien por qué, pero es así.
Es cierto que la película realmente no aporta demasiado, todo es muy precipitado, no explica bien algunas cosas y llegamos a algunas situaciones que nos hacen preguntarnos cómo hemos llegado hasta ahí, la resolución de algunas situaciones y algunos de sus diálogos dejan bastante que desear; pero todo esto hace que se le tenga más cariño y que no te la tomes demasiado en serio, lo cual la hace más disfrutable. Si buscas una gran película no la vas a encontrar, pero si buscas un entretenimiento del bueno cuando estás aburrido y no sabes qué ver, esta película es perfecta.
El momento del magdalenator, con esa amenaza diciendo que hará que parezca un accidente es simplemente divertidísimo. No son chistes muy elaborados, son los típicos chistes recurrentes de todas las películas hollywoodienses, pero en esta película tienen un tono más divertido, te ríes más, tal vez sea porque te los está contando un gato gigante, o simplemente por el tono de la película, pero algunos son terriblemente divertidos. El momento en que el niño de la fiesta de cumpleaños le da el batazo al Gato en la zona 0, como la llamo yo, es brutal, hilarante.
Hay chistes que tienen un tono más ácido, me recuerdan a veces a series tipo Los simpson, Padre de Familia, etc. De verdad que yo, hoy día, no la catalogaría de infantil, y eso está bien, porque en la actualidad a los niños se los trata de tontos con series demasiado infantiles, demasiado políticamente correctas, pero esta película pasa totalmente de lo políticamente correcto, y eso la hace más atractiva para un público más adulto, hace que pueda ser disfrutable por todos.
A ver, la película no es una maravilla, pero es terriblemente divertida, y creo que es perfecta para un día en que te aburres y no sabes qué ver. Además de que sólo por ver a Kelly Preston ya merece la pena verla.
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